Bali es un Isla con algunas poblaciones con una infraestructura completa en servicios relacionados con el turismo, desde hoteles y tiendas hasta hospitales y centros de salud. Nadie espera tener un percance en un viaje a Bali, pero a veces la mala suerte juega en contra y puede producirse algún percance.

¿Qué hacer si necesitas asistencia médica en Bali?

#1 SIEMPRE hay que llamar primero a la compañía de seguros.

Antes de partir, hay que contratar un seguro de viajes que cubra los gastos médicos que nuestro percance tenga que cubrir.

Asegúrate de que la otra persona que viaja contigo sabe qué hay que hacer en caso de urgencia médica: cuál es el papel de la póliza de seguro, dónde hay que llamar, etc. Si estuvieras indispuesto/a alguien tendría que hacer la llamada por ti.

Si has comido algo que te sentó mal y el dolor no baja, si te caíste de la moto o si te lesionaste haciendo surf, es mejor que un especialista te vea antes de continuar tu viaje. No acudas al primer centro médico u hospital que aparezca en Google, acude al que tu seguro te indique y sobre todo, pase lo que pase mantén la cabeza fría y haz caso de lo que te indiquen.

#2 Pregunta al seguro si tendrás o no que pagar algo en tu visita

Algunos seguros médicos envían un “fondo de garantía” o tienen acuerdos con centros médicos que, de cara al viajero, no suponen que éste tenga que hacer algún pago. Otros, en cambio, piden que el viajero abone los gastos y guarde los tickets, y que éste, a la llegada al país de origen los envíe al seguro que sean abonados. Lo mejor es contar con un seguro que cubra de forma inmediata nuestros costes, para no tener que pagar nada ni andar con tickets o recibos.

#3 El certificado médico “Fit to Fly” es imprescindible para volar si te presentas en el aeropuerto con una lesión.

Uno de nuestros clientes acudió al aeropuerto con un collarín por un resbalón a causa de las lluvias. Aunque se encontraba bien, exceptuando el dolor de cervicales, el personal de tierra en el mostrador de facturación no estaba dispuesto a dejarle volar de vuelta a casa de ninguna de las maneras. Por más que aseguró que se encontraba bien, a dos horas del despegue, la aerolínea no quería subir a un pasajero con una lesión sin que un médico dijera que podía volar. El personal de facturación requería un certificado de salud, un papel firmado por el centro médico, que dijera que esta persona podía volar: que su condición de salud era “fit to fly”. Llamó al centro médico, por suerte encontró al doctor, y éste envió un email a la oficina del personal de facturación al aeropuerto con el certificado.

Así que si vais al médico y vuestra lesión es visible pero podéis volar, mejor pedirle un certificado que diga que podéis hacerlo. No os conviene perder el vuelo de vuelta a casa.

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Esperamos que NUNCA tengáis que hacer uso de estos consejos, pero por si acaso, nos apetecía compartirlos con vosotros. ¡Por un viaje más seguro!